Día del niño... ¿y quién limpia?

Cada 16 de julio se ¿celebra? el Día del Niño. A diferencia del Día de la Madre o del Padre, ocasiones en las que se busca un regalo con mucho amor, para reunirse en la casa de "la vieja", y llevarle su regalo, y pasar el día en familia; el llamado Día del Niño implica salir a la calle, gastarse la quincena en el muchacho (en el raro caso de que sea uno solo: generalmente son más de dos) y dejar el alma en el suelo mientras ellos, los chiquillos, siguen llenos de energía hasta la hora que les da la gana de dormirse.

Los niños no se enteran, y muchos adultos tampoco, pero este día sirve para que los vendedores de ilusiones hagan su agosto con dos semanas de anticipación, puesto que venden todos los juguetes y demás artículos de uso infantil al doble o triple de su precio normal, sólo por que es el Día del Niño. Y la ciudad recibe el impacto. Como habitante de la zona fronteriza entre los municipios Chacao y Libertador, pude constatar de primera mano el desastre en que se convirtió el espacio de la Plaza Brión, que fue escenario de bailantas, ventas ambulantes; en fin, la locura.
La estación Chacaíto del Metro parecía una sucursal de Capitolio, repotenciada porque los vagones no tenían -o parecían no tener- aire acondicionado.
El escenario al regreso no podía ser más patético: la humanidad dejando su evidencia de basura en cada rincón. Aquí van las fotos de la zona:

Comentarios

Olivia Casso dijo…
Vaya que ausencia tan larga!

Y hay algunos niños que no tienen que festejar...

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