En Venezuela sembramos cochino y pescado
Entre los muchos logros de la Revolución Bolivariana, que acudió hoy a un impresionante acto en el que el presidente Chávez recibió el apoyo de cientos de miles de personas, se cuenta la llamada Revolución Agraria.
Antes de la llegada de Chávez al poder hubo en Venezuela ministros de economía y de agricultura que defendían irresponsablemente el establecimiento de una economía monoproductora y petrolera. Aquí se habló de agricultura de puerto: todos los productos del agro llegaban al país en barco.
Ahora, el café que nos tomamos en la mañana es venezolano, las frutas con las que hacemos jugo y las caraotas, el arroz, el maíz y etc., son logros de la Revolución Agraria.
La cosa se pone ridícula cuando el Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierras anuncia con total descaro que las chuletas de cerdo que se come uno son también un logro de la revolución agraria. Señores, lo agrario es lo relacionado con la agricultura, y los cerdos no se siembran. Si me hablaran de revolución agropecuaria o agroganadera, se pudiera comprender la naturaleza de tales chuletas. ¿O serán chuletas de soya?
Sin embargo, concedamos que el DRAE registra lo agrario como lo relacionado con el campo, y no sólo lo agrícola, así que podemos incluir a los cochinos (puercos, marranos, cerdos) en tal revolución. Pero el colmo vino con una pieza propagandística en la que se anuncia estúpidamente que el pescado que nos comemos es producto de la Revolución Agraria. ¿Es que estos geniecillos del equipo publicitario del MAT no se dieron cuenta de que el mar y el campo no son la misma cosa? ¿trasladaron el mar a Barinas o cómo es la cosa?
A ver si tenemos cuidado con lo que se publica, que no es justo que se nos trate de ignorantes o bestias a los revolucionarios, simplemente porque un personaje fue incapaz de notar, primero en el MAT y luego en el MinCI, donde se aprueban todas las propagandas del Estado, que los peces y los cochinos no crecen en los árboles.
Antes de la llegada de Chávez al poder hubo en Venezuela ministros de economía y de agricultura que defendían irresponsablemente el establecimiento de una economía monoproductora y petrolera. Aquí se habló de agricultura de puerto: todos los productos del agro llegaban al país en barco.
Ahora, el café que nos tomamos en la mañana es venezolano, las frutas con las que hacemos jugo y las caraotas, el arroz, el maíz y etc., son logros de la Revolución Agraria.
La cosa se pone ridícula cuando el Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierras anuncia con total descaro que las chuletas de cerdo que se come uno son también un logro de la revolución agraria. Señores, lo agrario es lo relacionado con la agricultura, y los cerdos no se siembran. Si me hablaran de revolución agropecuaria o agroganadera, se pudiera comprender la naturaleza de tales chuletas. ¿O serán chuletas de soya?
Sin embargo, concedamos que el DRAE registra lo agrario como lo relacionado con el campo, y no sólo lo agrícola, así que podemos incluir a los cochinos (puercos, marranos, cerdos) en tal revolución. Pero el colmo vino con una pieza propagandística en la que se anuncia estúpidamente que el pescado que nos comemos es producto de la Revolución Agraria. ¿Es que estos geniecillos del equipo publicitario del MAT no se dieron cuenta de que el mar y el campo no son la misma cosa? ¿trasladaron el mar a Barinas o cómo es la cosa?
A ver si tenemos cuidado con lo que se publica, que no es justo que se nos trate de ignorantes o bestias a los revolucionarios, simplemente porque un personaje fue incapaz de notar, primero en el MAT y luego en el MinCI, donde se aprueban todas las propagandas del Estado, que los peces y los cochinos no crecen en los árboles.
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