Día del niño... ¿y quién limpia?

Los niños no se enteran, y muchos adultos tampoco, pero este día sirve para que los vendedores de ilusiones hagan su agosto con dos semanas de anticipación, puesto que venden todos los juguetes y demás artículos de uso infantil al doble o triple de su precio normal, sólo por que es el Día del Niño. Y la ciudad recibe el impacto. Como habitante de la zona fronteriza entre los municipios Chacao y Libertador, pude constatar de primera mano el desastre en que se convirtió el espacio de la Plaza Brión, que fue escenario de bailantas, ventas ambulantes; en fin, la locura.
La estación Chacaíto del Metro parecía una sucursal de Capitolio, repotenciada porque los vagones no tenían -o parecían no tener- aire acondicionado.
El escenario al regreso no podía ser más patético: la humanidad dejando su evidencia de basura en cada rincón. Aquí van las fotos de la zona:



Comentarios
Y hay algunos niños que no tienen que festejar...